El problema no es sentir dolor, el problema es usarlo para romper a otros. Muchas personas no quieren cambiar; prefieren culpar, manipular o herir. Es más fácil repetir el patrón, que enfrentarse al vacío.
El problema no es sentir dolor, el problema es usarlo para romper a otros. Muchas personas no quieren cambiar; prefieren culpar, manipular o herir. Es más fácil repetir el patrón, que enfrentarse al vacío.



